La Comisión Europea ha dado a conocer un amplio abanico de medidas destinadas a construir una ciberseguridad sólida en la UE, dotándola de las herramientas adecuadas para hacer frente a los ciberataques. Entre ellas, se incluye la creación de una Agencia Europea de Ciberseguridad, que ayudará a los Estados miembros a hacer frente a los ciberataques, y un nuevo Sistema de Certificación Europeo que garantice que los productos y servicios en el mundo digital sean seguros.
Según la Comisión Europea, las amenazas digitales evolucionan con rapidez y los ciudadanos perciben la ciberdelincuencia como un grave peligro: los ataques con programas de secuestro de archivos han aumentado un 300 % desde 2015 y el impacto económico de la ciberdelincuencia se ha multiplicado por cinco entre 2013 y 2017, y todavía podría cuadruplicarse de aquí a 2019, según los estudios. El 87 % de los europeos consideran la ciberdelincuencia como un importante desafío para la seguridad interior de la UE.
Una Agencia Europea de Ciberseguridad fuerte
Basándose en la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y la Información (ENISA), la nueva Agencia de Ciberseguridad tendrá un mandato permanente para ayudar a los Estados miembros a prevenir y responder eficazmente a los ciberataques. Por ello, una de sus principales misiones será la mejorar la capacidad de reacción de la UE, mediante la organización de ejercicios paneuropeos de ciberseguridad anuales y garantizando un mejor intercambio de información y conocimientos sobre amenazas mediante la creación de centros de intercambio y análisis de información.

Comisión Europea
La nueva Agencia de Ciberseguridad también ayudará a establecer y aplicar el marco de certificación a escala europea que la Comisión propone para garantizar que los productos y servicios sean dispongan de los mejores niveles en ciberseguridad. Los nuevos certificados europeos de ciberseguridad garantizarán la fiabilidad de los miles de millones de dispositivos que gestionan las infraestructuras críticas de hoy en día, como las redes de energía y transporte, pero también los nuevos dispositivos de consumo, como los coches conectados. Los certificados de ciberseguridad serán reconocidos en todos los Estados miembros, lo que, se espera, reducirá la carga y los costes administrativos de las empresas.
Reforzar la capacidad de ciberseguridad de la UE
Se ha convertido de interés estratégico para la UE el garantizar que las herramientas tecnológicas de ciberseguridad se creen de forma que permitan el desarrollo de la economía digital. Esto incluye la protección de hardware y software críticos. Para reforzar la capacidad de ciberseguridad de la UE, la Comisión se propone:
- Un Centro Europeo de Investigación y Competencia en materia de Ciberseguridad (piloto que se creará en 2018). Trabajando con los Estados Miembros, ayudará a desarrollar y desplegar las herramientas y la tecnología necesarias para hacer frente a una amenaza siempre cambiante y garantizar que nuestras defensas sean tan avanzadas como las armas que utilizan los ciberdelincuentes.
- Un Plan rector para que Europa y los Estados miembros puedan responder rápidamente con operatividad y al unísono cuando se produzca un ciberataque a gran escala. Se pedirá a los Estados miembros y a las instituciones de la UE que establezcan un marco de respuesta a las crisis de ciberseguridad de la UE para que el proyecto sea operativo. Se pondrá a prueba periódicamente mediante ejercicios de ciberseguridad y gestión de crisis.
- Más solidaridad: En el futuro, podría considerarse la posibilidad de crear un nuevo Fondo de Respuesta de Emergencia en materia de Ciberseguridad para aquellos Estados miembros que hayan aplicado de forma responsable todas las medidas de ciberseguridad exigidas por la legislación de la UE.
- Mayor capacidad de ciberdefensa: se anima a los Estados miembros a que incluyan la ciberdefensa en el marco de la cooperación estructurada permanente y el Fondo Europeo de Defensa para apoyar proyectos de ciberdefensa. El Centro Europeo de Investigación y Competencia en materia de Ciberseguridad también podría seguir desarrollándose con una dimensión de ciberdefensa. Para hacer frente a la falta de cualificaciones en materia de ciberdefensa, la UE creará en 2018 una plataforma de formación y educación sobre ciberdefensa. La UE y la OTAN fomentarán conjuntamente la investigación en materia de ciberdefensa y la cooperación en materia de innovación. Se profundizará la cooperación con la OTAN, incluida la participación en ejercicios paralelos y coordinados.
- Cooperación internacional reforzada: La UE reforzará su respuesta a los ciberataques mediante la aplicación del marco para una respuesta diplomática conjunta de la UE a las actividades cibernéticas maliciosas, apoyando un marco estratégico para la prevención de conflictos y la estabilidad en el ciberespacio. Esto irá acompañado de nuevos esfuerzos de creación de ciber-capacidades para ayudar a terceros países a hacer frente a este tipo de amenazas.
- Creación de una respuesta penal eficaz: Una respuesta más eficaz de las fuerzas del orden centrada en la detección, fiabilidad en el rastreo y el enjuiciamiento de los ciberdelincuentes es fundamental para desincentivar eficazmente la comisión de esos delitos. La Comisión propone, por lo tanto, reforzar la disuasión mediante nuevas medidas de lucha contra el fraude y la falsificación de medios de pago distintos del efectivo. La propuesta de Directiva reforzará la capacidad de las autoridades judiciales y policiales para luchar contra esta forma de delincuencia ampliando el alcance de las infracciones relativas a los sistemas de información a todas las operaciones de pago, incluidas las operaciones con monedas virtuales. Este acto jurídico también introducirá normas comunes en relación con las sanciones aplicables y aclarará a qué supuestos se extiende la jurisdicción de los Estados miembros en este tipo de infracciones.
Con el fin de potenciar la investigación y el enjuiciamiento efectivos de la delincuencia favorecida por el entorno cibernético, la Comisión también presentará propuestas a principios de 2018 para facilitar el acceso transfronterizo a las pruebas electrónicas. Además, la Comisión presentará en octubre sus reflexiones sobre la importancia del cifrado en las investigaciones penales.
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