China ha inaugurado la primera línea de comunicaciones cuánticas seguras del mundo entre las ciudades de Pekín y Shanghái, con más de 2.000 kilómetros de recorrido, según informó la cadena estatal CCV.
La instalación, conocida como la línea troncal Jing-Hu, conecta los principales puntos de la red de comunicaciones cuánticas seguras del país asiático (Pekín, Jinan, Hefei y Shanghái), y ésta su vez está conectada al primer satélite cuántico del planeta, el Micius, lanzado por China en agosto de 2016.
Gracias a la conexión de Micius con una estación terrestre de comunicaciones en Pekín, un grupo de expertos chinos pudo mantener ayer una videoconferencia con el físico cuántico Anton Zeilinger, que se encontraba en otra base de Austria, según una información publicada por la revista Science.
La comunicación cuántica está basada en cambios de estado de partículas subatómicas como los fotones. El sistema encripta los datos que se quieren transmitir gracias a claves cuánticas antes de ser enviados, de modo que la encriptación se muestra posteriormente como un montón de códigos desordenados en la red pública. Para descifrar dichos datos una vez recibidos éstos se descifran utilizando claves de cifrado.
Con este sistema los usuarios a ambos lados de la línea serán alertados cuando haya una grieta en la seguridad de la red, lo que hace este tipo de comunicaciones sean idóneas para la protección de datos gubernamentales o del sector financiero.
En China, entidades financieras como Banco de Comunicaciones o el Banco Industrial y Comercial, así como grandes corporaciones como Alibaba ya han utilizado esta red.
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