Un estudio realizado por investigadores del MIT descubrió que los equipos más productivos estaban compuestos por personas y cobots trabajando juntos. Estos equipos de colaboración no solo funcionaron más eficientemente que los humanos o los robots solos, sino que el proceso de colaboración redujo el tiempo de inactividad de los empleados en un 85%.

Imagen propiedad de Daimler.
Las empresas de fabricación saben que una forma de aumentar la eficiencia es utilizar robots. Ahora bien, no todas las líneas de producción son adecuadas solo para robots. Muchos procesos necesitan de tareas altamente repetitivas y de complejas habilidades en la toma de decisiones. El resultado más eficiente es una combinación de empleados que trabajan junto con los robots.
Bajo esta premisa, Dottie Shaw, Manufacturing Industry Architect de Microsoft, señala en un artículo que “la colaboración entre personas y robots, llamada cobótica, es un aspecto crítico de la transformación digital que tiene lugar en las plantas de fabricación de todo el mundo. Los cobots (robots que se pueden adaptar para trabajar con personas) están facultando a los empleados en la fabricación de pisos de formas inesperadas: aumentando su satisfacción laboral, promoviendo habilidades técnicas superiores y permitiéndoles centrarse en procesos completos en lugar de tareas aisladas”.
Lo cierto es que, según explica Shaw, “los cobots ofrecen a los empleados la libertad de asumir tareas más desafiantes, trabajo que a menudo requiere habilidades técnicas más avanzadas y entrenamiento. Además, los cobots se pueden usar para levantar equipo pesado o para operar en áreas donde la seguridad del trabajador suponga una preocupación”.
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