“Para 2022, su dispositivo personal sabrá más sobre su estado emocional que su familia”, señala Annette Zimmermann, vicepresidente de investigación de Gartner. Esta afirmación puede parecer exagerada para algunos. Pero los productos exhibidos en CES 2018 demuestran que la inteligencia artificial emocional (Emotion AI) puede hacer que esta predicción sea una realidad.
Emotion AI, también conocida como informática afectiva, permite que los objetos cotidianos detecten, analicen, procesen y respondan a los estados y estados emocionales de las personas, desde la felicidad y el amor hasta el miedo y la vergüenza. Esta tecnología se puede utilizar para crear experiencias de usuario más personalizadas, como un refrigerador inteligente que interpreta cómo se siente y luego sugiere alimentos que coincidan con esos sentimientos.
“En el futuro, cada vez más dispositivos inteligentes podrán capturar las emociones y estados de ánimo humanos en relación con ciertos datos y hechos, y analizar las situaciones en consecuencia”, señala Zimmermann. “Los planificadores estratégicos de tecnología pueden aprovechar esta tecnología para construir y comercializar la cartera de dispositivos del futuro”.
Aunque las capacidades de la inteligencia artificial emocional existen, todavía no están muy extendidas. Un lugar natural para que ganen tracción es en los sistemas de conversación, tecnología utilizada para conversar con humanos, debido a la popularidad de asistentes personales virtuales como Siri de Apple, Cortana de Microsoft y Asistente de Google.
Hoy los asistentes virtuales utilizan el procesamiento del lenguaje natural y la comprensión del lenguaje natural para procesar los comandos y preguntas verbales. Pero carecen de la información contextual necesaria para comprender y responder a los estados emocionales de los usuarios. Agregar capacidades de detección de emociones permitirá a los asistentes virtuales analizar los puntos de datos de las expresiones faciales, la entonación de la voz y los patrones de comportamiento, mejorando significativamente la experiencia del usuario y creando interacciones más cómodas y naturales con el usuario.
Según Gartner, en 2018 veremos más casos de éxito de tecnología sensible a la emoción. De hecho, las industrias de automoción y de atención médica son susceptibles a este nuevo concepto de inteligencia artificial emocional.
Los fabricantes de automoción están explorando la implementación de sistemas de detección de emociones en el automóvil. “Estos sistemas detectarán los estados de ánimo del conductor y serán conscientes de sus emociones, lo que a su vez podría mejorar la seguridad vial mediante la gestión del enojo, la frustración, la somnolencia y la ansiedad del conductor”, explica Zimmermann. También hay sistemas en el automóvil que se pueden adaptar a la capacidad de respuesta de los frenos de un automóvil en función del nivel de ansiedad percibido por el conductor. En ambos casos, los sensores visuales y el software de seguimiento de emociones basado en inteligencia artificial se utilizan para permitir el análisis de emociones en tiempo real.
En el campo de la salud, los wearables con sensor de emoción podrían monitorear la salud mental de los pacientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y alertar a los médicos y cuidadores al instante, de ser necesario. También podrían ayudar a ancianos y niños aislados a controlar su salud mental. Y estos dispositivos permitirán a los médicos y cuidadores monitorear los patrones de salud mental, y decidir cuándo y cómo comunicarse con las personas bajo su cuidado.
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