El Foro Económico Mundial ha incluido la curiosidad en la lista de cualidades de carácter que deben tener los estudiantes del siglo XXI para enfrentarse a un entorno de cambio continuo. Nos encontramos en un entorno competitivo en el que las empresas necesitan tener dirigentes curiosos, inquietos, interesados en estar al día de las últimas tendencias en su sector y con capacidad para cuestionarse las normas y procesos establecidos.
Pero hace falta más. Se requieren, también, empleados curiosos con iniciativa para explorar, detectar experiencias y oportunidades y plantearse nuevas soluciones para situaciones donde las recetas de siempre ya no funcionan. Además, el entorno académico proporciona evidencias de que existe una relación positiva entre el nivel de curiosidad y el desempeño individual de los trabajadores.
En este contexto, y con el objetivo de conocer cuál es el nivel de curiosidad que existe hoy en día en las empresas, el Future for Work Institute e InfoJobs han elaborado un estudio con una muestra de 11.133 personas que analiza la relación existente entre la curiosidad y diferentes parámetros, como el nivel de estudios, la antigüedad en la empresa, el tipo de relación laboral o el grupo profesional.
Los datos recogidos en el estudio revelan que los profesionales de los departamentos de I+D+i y Sistemas y Tecnología son más curiosos que aquellos trabajando en funciones como Administración y Finanzas, Producción, Legal o Servicio a Clientes. Los profesionales de Investigación, desarrollo e innovación son los que más necesitan entender el porqué de las cosas (+0,21 de desviación estándar respecto al promedio) y a los que más les cuesta aceptar los procedimientos establecidos (+0,26). Por su parte, los de Sistemas y Tecnología son los que tienen una menor sensación de poseer todos los conocimientos que necesitan para hacer bien su trabajo (-0,28) y se sienten cómodos ante la incertidumbre (+0,14).
En el lado opuesto, es el departamento Legal al que menos le gusta experimentar nuevas soluciones (-0,27 de desviación estándar respecto al promedio) e investigar cómo funcionan las cosas (-0,26). El de Producción, al que más le gusta seguir los procedimientos y normas a rajatabla (-0,19) y, junto con Servicio a Clientes, el que menos se cuestiona las normas establecidas (-0,12).
Otras conclusiones del estudio es que los profesionales con estudios superiores son los que muestran unos niveles mayores de curiosidad. Ademas, las actitudes y comportamientos curiosos son más frecuentes en aquellos grupos profesionales donde los trabajos suelen ser complejos y de límites menos definidos, como es el caso de directivos, técnicos y profesionales cualificados, gerentes y mandos intermedios.
Por último, los trabajadores autónomos son los profesionales más proclives a mostrar actitudes y comportamientos asociados a la curiosidad, invirtiendo el tiempo necesario para mantenerse a la última en su profesión (+0,27 de desviación estándar respecto al promedio) y sintiéndose más cómodos ante la incertidumbre que aquellos que trabajan por cuenta ajena (+0,14). Por su parte, empresarios y propietarios de empresa son quienes tienen una mayor reputación de ser personas curiosas (+0,33 de desviación estándar respecto al promedio), les gusta más relacionarse con personas que piensan de forma diferente a ellos (+0,32) y tienden a cuestionarse las normas establecidas (+0,19).
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