Siempre he pensado que, ahora que el negocio del ladrillo se estanca, los grandes inversores españoles invertirían, por fin, en tecnología. Esta mañana me he visto con el Director General de una gran inmobiliaria con inversiones en los países del Este de Europa y me ha contado que acaba de llegar de Polonia. Lo más preocupante es que me ha dicho que el vuelo de ida y el de vuelta estaba lleno de pequeños inversores inmobiliarios que habían invertido en Polonia hace ya un par de años y me confirma que hay grandes inversiones inmobiliarias españolas por aquellos latifundios. Es decir, ladrillo aunque sea lejos de casa…:-)
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