Uno de los filtros que impusimos en la época de Netjuice es que no considerábamos ningún proyecto en el que el emprendedor/inciadores del proyecto estuvieran trabajando en otra cosa. Queriamos proyectos que hubieran quemado sus naves y estuvieran volcados en sacarlo adelante. Sin vuelta atrás. ¿Porque? Muy sencillo, si ya es difícil sacar adelante un proyecto ganador aún lo es más si no se le dedica el 100% de la capacidad intelectual y de trabajo. Es un buen filtro. Si alguién está trabajando en una gran consultora o en un banco con un sueldo de 100.000 euros al año y no lo deja, está demostrando que su convicción sobre el proyecto que presenta es, como mucho, tentativa. No quiero decir con ello que haya que buscar emprendedores ciegos, sino que ya hayan llegado a la conclusión de que el proyecto merece la pena y son capaces de sacarlo adelante si o si. ¿Cuanto tiene un proyecto seriedad total? Cuando los emprendedores han dejado su trabajo habitual, invertido ya su propio dinero -aunque sea poco-y el de algunos amigos para lanzarlo, tienen un prototipo funcionando o a punto, han contrastado el modelo con unos cuantos clientes tipo y conocen bien su mercado y a sus competidores. El que dice, yo sigo con mis 100.000 Euros, le dedico mi inteligencia de fin de semana y las horas muertas y cuando haya levantado dinero dejo mi trabajo, está equivocado. No digo que no se consiga. Hay gente brillante que puede vender un refrigerador en el Artico pero yo trato de evitarles para que no me convenzan porque se que, en la mayoría de los casos, estoy tomando la decisión errónea.
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