Los blogueros tienen una tendencia natural a apuntar a las erratas de los periodistas tradicionales como demonstración de lo poco que saben de nuestro sector. En realidad, si somos igual de críticos con nosotros mismos, también las cometemos con cierta frecuencia. Y ahora, permitidme que os lance una pregunta.¿Es mejor lanzar un post/comentario que entendemos a medias y hacerlo en el momento más relevante o, por el contrario, deberíamos cerciorarnos de que tenemos todos los aspectos del tema claros antes de decir nada? La verdad, un blog es, por lo menos para mi, el inicio de una conversación con mis lectores y no quiero tener siempre razón, es más, me encanta poder volver a un post y modificarlo porque he visto que, alguién que sabe más que yo en ese ámbito concreto, me ha corregido. Un amigo mío, buen periodista, me dijo una vez que los periodistas escriben, sobre todo, para otros periodistas. Yo creo que la gran diferencia del blog con un artículo profesional es precisamente que está escrito para iniciar conversaciones con los lectores y ver que opinan de algo que te está dando vueltas en la mente. Nadie lo sabe todo y, a medida que nos hacemos mayores y aprendemos más, nos vamos dando cuenta de la cantidad de cosas que se puede aprender a diario de los lectores. El objetivo de un blog, por lo menos de este, no es tener un artículo que compita con la mejor columna de El Pais o de El Mundo, es simplemente, iniciar una conversación con unos lectores que -no se muy bien porque- les gusta debatir conmigo sobre las cosas que escribo. Lógicamente, la tendencia natural del ser humano es escribir sobre aquello que uno sabe y controla pero, no siempre. Si solo escribes sobre lo que dominas, terminas pontificando, creyendo que todo el mundo sabe menos que tu del tema y es imposible dialogar contigo y por supuesto, dejas de aprender. En mis entrevistas con emprendedores, algunos de menos de 21 años, siempre aprendo algo, aunque solo sea del increíble portento que significa el desconocimiento de la reglas establecidas en cuanto al empuje que se le puede echar a algo que, visto desde la experiencia, parece imposible…
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