Se denomina operación acordeón a la que se realiza cuando una empresa ha perdido una buena parte de su patrimonio y los propietarios reducen el capital a “0” y hacen al mismo tiempo una ampliación con nuevos fondos. Es una amenaza clara para los emprendedores que, al no tener capital para ir a la nueva ampliación, pierden sus porcentajes y se quedan, si se quedan, como meros empleados. No es una operación que guste a los fondos de capital riesgo porque ello implica dar por pérdidas las cantidades empleadas hasta entonces, pero si es una estratágema más corriente entre “aprovechados”. Los “aprovechados” son inversores con buenos contactos que simplemente entran en el capital porque intuyen una oportunidad de “hacerse con el control a medio plazo” y, con una pequeña inyección de capital, sacar adelante un proyecto que les ha entregado en bandeja el emprendedor. Mucho cuidado con los “lobos con piel de cordero”…
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