De momento las grandes fortunas españolas están inviertiendo en Bolsa. Con unos títulos por los suelos, está claro que piensan que, cuando se recupere la economía, volverán a ganar mucho dinero. Todavía sin noticias de ellos en tecnología e Internet. La única gran empresa española de tecnología, Indra, tiene, de momento, un socio muy inestable. La participación de Unión Fenosa, más de un 15% de la empresa, en manos de Unión Fenosa, está ahora a la venta y obligará a los ejecutivos de la sociedad a pasar un verano muy activos. Es un paquete demasiado grande para que lo controle alguién que no esté en el Consejo o muy ligado a la expansión del grupo que sigue imparable. Javier Monzón ha sido capaz de construir una empresa de tecnología en este país y por ello merece un lugar muy especial entre los gestores de negocios españoles. No lo ha tenido fácil y todavía hoy sigue teniendo que “arreglar” situaciones como la actual, que nada tienen que ver con Indra pero que la pueden afectar de forma importante.
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