José María Peláez aclara que las ideas no son patentables. Si lo son, por lo menos en EE.UU. los modelos de negocio. En realidad, durante la época de Netjuice, yo hice una patente para una idea mía que, todavía hoy, no está implementada en su totalidad. Tenía mucho que ver con lo que ahora hacen muchas redes sociales y hubiera sido una gran patente. Desgraciadamente, cuando reventó la burbuja nadie quería invertir en Internet. Hoy esa patente valdría mucho dinero porque el modelo está siendo utilizado en varias redes sociales de las más conocidas y hubieran tenido que pasar por mi patente. En cualquier caso, José Marí tiene razón y las ideas no son patentables pero si lo son los modelos de negocio que permiten. En Europa todavía no pero si en USA y eso nos permite defender productos y servicios que hayamos patentado allí. El proceso de patentar no es complicado si se tiene un buen abogado de patentes americano. En realidad, lo más difícil es que dicho abogado se convenza de que tienes algo verdaderamente diferencial y por lo tanto patentable. El coste empieza sobre los 30.000 dólares y luego, a medida que pasa el tiempo y las distintas instancias, puede llegar a los 100.000.
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