La quiebra de una Start-up

Muchos emprendedores empiezan su proyecto con entusiasmo y consiguen dinero para lanzarlo por la propia inercia del mismo. Ah! pero el entusiasmo no paga las facturas y, pasado el primero momento de ilusión desbordada, se tiene que tener ingresos. Han pasado los meses y el dinero se termina a días vista. El Burn rate se va comiendo las ilusiones y la pasta. ¿Que solución existe? Conseguir una nueva inyección de capital con un nuevo aumento a valoraciones más altas. Esto sin embargo, es muy complejo si no se han cumplido el plan de negocio pactado con los primeros accionistas. No se consigue dinero y hay que preparse para cerrar la empresa. ¿Hay algo que valga dinero? Un desarrollo informático, una base de datos de clientes, muebles y equipos, acuerdos comerciales con terceros, patentes…¿Como llegar a un acuerdo entre los socios? Cuando las cosas se ponen feas, los socios dejan de ser amigos y hay un ambiente de \”sálvese quien pueda\” que hace difícil pensar con racionalidad. Mi consejo en este caso es buscar alguién del sector que entienda del tema y nos asesore como dividir lo poco que queda o nos ayude a buscar alguién que esté dispuesto a pagar algo por ello. A veces, un proyecto que no se puede seguir en solitario puede, juntamente con otro, salir adelante. Lo importante es mantener la cabeza fría, no perder la educación ni echarse la culpa los unos a los otros y tratar de sacar algo adelante para que no sea una pérdida del 100%. Alguno de los socios puede disponer de algo de dinero y quedarse con el 100% con la intención de relanzarlo más adelante si lo que les falta es masa crítica o tiene alguna idea concreta de como hacerlo pero quiere ahora pilotarlo en solitario. Ah! y aplicar lo que hemos aprendido al siguiente proyecto.


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