Ahora que cada día voy más a Barcelona, en este caso me quedo dos días, voy a intentar ver a los emprendedores catalanas en la Ciudad Condal para ahorrarles el viaje a Madrid. Gracias a Carlos Blanco y varios de mis socios catalanes puedo contar con una oficina para hacerlo. Cuando se está empezando, cada inversión y gasto duele y, si me es posible, prefiero ahorrarles el dinero del viaje y los inconvenientes de perder un día entero de trabajo.
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