Alegrías que da la vida

Llevas días hablando con inversores y escuchando la palabra crisis cada dos frases. Si fueras “deprimible” lo estarías pero, de repente, te llega un emprendedor y te cuenta su proyecto. Le ves vivo y convencido, ha hecho mucho con poco dinero y tiene un modelo que innova en un sector que antes no se movía una hoja. Merece la pena escucharle, ver como ha llegado donde está, lo que quiere conseguir y donde podemos ayudarle y me pregunto ¿con emprendedores así, porque estamos donde estamos? Oiga ¿hay alguién ahí?. Está todo por hacer y mucha gente queriendo hacerlo, vamos a ayudarles en vez de seguir hablando de crisis.


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