En mi lectura de fin de semana de ambos periódicos me ha llamado la atención, en El País, la cantidad de endeudamiento que tenían todas las grandes inmobiliarias y que, de momento, han llevado a los bancos a asumir 25.000 millones de Euros en compras y capitalizaciones para pasar a controlar las mayores inmobiliarias y, en muchos casos, impedir su quiebra. Con una inversión de algo más de 2 millones de Euros, en DAD, hemos ayudado a gestar 19 empresas. 20 dentro de unos días. Aunque lógicamente, no pueda ser una ecuación lineal porque no podríamos analizar y ayudar a tantas empresas, debería ser evidente lo que DAD y las pocas empresas similares que hay en España, pueden hacer por dinamizar la economía de nuestro país y traerla a este siglo. En El Mundo nos traen el listado de los 100 españoles con mayor fortuna y, como no podía ser de otra manera, es evidente la pérdida de posicionamiento del ladrillo. Mil millonarios de ayer, desaparecen del listado a medida que sus patrimonios, restada la deuda que son incapaces de solventar, les aleja de los puestos de mando de las inmobiliarias que crearon al calor de la especulación y de planes expansivos que no tenían respaldo real de la economía. También sufren las constructoras, endeudadas por su aventura energética y la falta de crédito que les impide renegociarlos.
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