He leído recientemente que el Alcalde de Madrid quiere promocionar el uso de banda ancha en toda la ciudad. Se trata de hacer llegar la fibra óptica a todos los hogares madrileños. No estaría mal!
Luego leo que el coste es de aproximadamente 4.000 millones de euros y la cosa me enfría. No está el horno para bollos de este calibre y el caso es que estoy convencido que disponer de 100 a 200 MB por conexión en ambas direcciones cambiaría para siempre el uso de Internet en nuestra ciudad.
Los que tenemos varios entornos de trabajo, siempre con acceso a Internet, pero a velocidades diferentes, nos damos cuenta de lo que significa tener banda ancha para fiabilidad y eficiencia del trabajo que haces. El problema es que las empresas de telecomunicaciones, si tienen que hacer inversiones de este tamaño, esperan amortizarlas en un plazo prudencial de tiempo. Ya ha pasado el momento de amortizar inversiones de este tipo a 30 años. Hoy se buscan plazos ciertamente por debajo de los 10 años y eso significa amortizar más de 400 millones de Euros al año por este tipo inversión. No es sencillo.
La competencia aprieta y cada día se ven forzados a ofrecer más velocidad a menor precio y eso debilita claramente sus ansias de invertir. Quizás este tipo de inversión sería un ámbito en el que el Gobierno podría ayudar ya que, en mi opinión, generaría muchos puestos de trabajo de nuevo cuño y permitiría a Madrid convertirse en una ciudad de referencia en Europa.
Me imagino que habrá otros alcaldes, en Barcelona, Valencia, Bilbao y otras ciudades del país, pensando también en ofrecer este tipo de servicio a sus ciudadanos. Sería un buen paso para convertir a España en la California de Europa de la que tanto se habla en los últimos tiempos…y seguimos sin hacer nada al respecto.
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