Inventa tu puesto de trabajo

Seamos sinceros, a casi todos los mercados actuales les sobra entre un 15 y un 25% de sus empleados. La tecnología permite una eficacia que reduce diariamente el número de puestos de trabajo que se necesitan para cualquier actividad económica. A principios del siglo pasado los EE.UU. tenían una economía basada en la agricultura en la que trabajaban casi el 70% de la población activa. Hoy, con apenas un 3% de sus puestos de trabajo en el campo, EE.UU. produce más productos agrícolas que al inicio de dicho siglo.

En invevitable. A medida que las sociedades avanzan, los puestos de trabajo “humanos” tienen que tener gran valor añadido para poder justificarse, sino migran a países menos desarrollados con otro tipo de costes. Esto será injusto, de hecho lo es, pero no es evitable.

Sin embargo, Internet y las nuevas tecnologías permiten que cualquiera que esté dispuesto a dar el callo y ofrecer servicios desde su casa o desde una pequeña oficina, pueda, en poco tiempo, hacerse con una clientela que le permita “pagarse su propio sueldo”. El empleo en una empresa ajena, cualquier empresa, es el inicio de un despido anunciado, en meses, en años quizás, pero al final, por edad o por falta de conocimiento o por redundancia o por una mejora de eficacia competitiva, nuestro puesto de trabajo deja de ser imprescindible y la empresa nos elimina.

Estamos en el siglo del conocimiento y, quién tenga alguno, se puede defender con el autoempleo. Las tecnologías avanzadas lo hacen posible. Ayer, un buen amigo, me estuvo hablando de un proyecto de “coaching” que se le ha ocurrido y cree que en España solo hay 500 clientes potenciales, lo que, a nivel mundial puede significar 50 o 100.000. Hay que saber lo que uno hace bien y potenciarlo utilizando la red.


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