Este fin de semana, entre toda la prensa que he leído he dado buena cuenta de la última edición de \”The Economist\”. Me ha llamado la atención su artículo sobre Google, \”Creative tension\” que habla de su cultura y muy en especial, de la creación de Waves.
Lo que verdaderamente me ha sorprendido es que, una empresa como Google, en la vanguardia de la innovación, tenga también que lidiar con muchos de sus empleados que no quieren cambiar y ven con malos ojos las innovaciones que lo provocan.
Lars Rasmussen, el lider del proyecto, decidió y consiguió que le aprobaran el desarrollo en Australia y, hasta su presentación oficial, el proyecto ha estado tras una tela de silencio muy poco habitual en Google que se precia especialmente de su cultura abierta y transparente.
No cabe duda que innovar, incluso en las empresas avanzadas, no es para flojos y se necesita una gran determinación para conseguir que la gente abandone su \”status quo\” y salga de su zona de confort.
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