Hoy ha sido especialmente intenso. He comprado la totalidad de la prensa económica y varios de los periódicos diarios de tirada nacional Tenía algo más de tiempo -no fuí al Gimnasio- y decidí darle una lectura a la izquierda y a la derecha. Un montón de papel impreso.
De repente, con esa pirámide de papel delante, me atacó el gen ecologista y me puse a pensar la cantidad de árboles que había que talar a diario para poder imprimir semejante ristra de periódicos. Está claro que el libro electrónico -y su homólogo periodístico- tienen que llegar. No podemos seguir imprimiendo papel al ritmo que lo hacemos.
Está pasando lo mismo que con la mal denominada “paperless office” que cada día imprime más papel y utiliza más tinta agresiva para el ecosistema.
Espero que los lectores electrónicos bajen rápidamente de precio y se conviertan en algo común que nos permita recibir la información y leerla como si se tratara de papel impreso pero no tuviera el efecto nefasto que hoy causa tanto el papel -por la destrucción de árboles que trae consigo- como la tinta que es dificilmente biodegradable en el entorno.
Intentemos todos usar menos papel…
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