El flujo de proyectos no deja de llegar a DaD. De repente hay una nuevo interés por emprender. La gente se da cuenta de la cantidad de cosas que no funcionan en su empresa y quieren hacer algo nuevo y emprender es lo más nuevo que pueden hacer.
Sin embargo, muchos “to be” emprendedores, trabajan en su proyecto en su tiempo libre y esperan conseguir el dinero necesario para dar el salto mientras siguen cobrando mensualmente un sueldo.
Así no funciona. No diré que no haya gente que lo haya logrado. Siempre hay excepciones, pero lo que si afirmo es que, en la mayoría de los casos, para conseguir financiar un proyecto hay que estar dedicado a él en cuerpo y alma y haber quemado las naves de un sueldo mensual que nos da tranquilidad. El inversor no quiere que el emprendedor sea alguién tranquilo sino que esté tan convencido de su idea que deje un buen sueldo por la inseguridad de un gran proyecto.
Si alguién no está suficientemente convencido de su proyecto ¿porqué va a estarlo un inversor? Eso no quiere decir que tenga uno que dejar un buen sueldo y ponerse a pensar en su proyecto. Se puede haber estado un tiempo simultaneando ambos entornos, sobre todo si no se tiene claro el proyecto, pero una vez éste está definido y el emprendedor ha tomado la decisión, tiene que dejar el mullido colchón del sueldo mensual y dedicarse en cuerpo y alma a sacar adelante el proyecto.
Tu eres la mejor garantía de que el proyecto saldrá adelante y tu propia inseguridad -si no das el salto- dificulta la apuesta por parte de un inversor cualquiera.
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