Desde luego, si existe, yo no me lo he encontrado nunca, pero, en caso de que existiera, esta podría ser mi descripción ideal:
– Unos 37 años para tener experiencia de 10, 12 años en varias empresas de un sector que conoce bien. Titulación de ingeniero, matemático o físico o administración de empresas, 2 o 3 idiomas bien hablados y demostrada experiencia en gestión de equipos de hasta 500 personas.
– El proyecto que propone tiene que ver con su experiencia, está muy bien documentado y parece claro que es una solución que no existe en un mercado que la está buscando.
Bueno, entonces ¿porque resulta que precisamente un joven, sin experiencia alguna, con apenas 23 años es quién se lleva el gato al agua?.
Hay muchas razones pero, en general, el no saber que algo es “imposible” te permite intentarlo. Cuando estás convencido de que sabes bien como funciona tu sector y solo tratas de “mejorarlo”, corres el riesgo de que, alguién que no sabía como funcionaba, lo reinvente.
Por eso esta profesión de apostar por emprendedores en tan fascinante y lejos de un marco de relación claro. No es obvio quién triunfa y, muchos menos, sencillo entender con anterioridad por qué lo va a hacer.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs