Me sorprende el uso de Twitter, tan personal como sus propios usuarios, que, como se puede ver, lo usan a su manera. Cada cual lo usa como quiere y ello crea una riqueza de contenidos que, ahora que estoy suscrito a los “tweets” de varios amigos americanos, veo que allí es todavía mucho más personal. Los hay que lo utilizan ya como un recuerdo de sus propios pensamientos y genera una flujo de “pensamientos” incompletos que solo se entiende a medias.
Es fascinante.
Requiere de una cierta firmeza para no dejar que te interrumpa en distintos momentos del día y, por otro lado, dejar momentos de tranquilidad en los que puedas seguir los fascinantes flujos de tanta gente que “va a lo suyo”.
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