El Expansión de hoy trae dos páginas enteras hablando de las redes sociales y sus formatos publicitarios. El artículo, de Elena Arrieta está muy bien llevado y aclara muchas de las oportunidades que tienen hoy las redes sociales. En realidad, a mi modo de ver, estamos justo al inicio de una nueva ola de conversión de las redes sociales a entornos de infomediación a la Net Worth, un libro que lleva años inspirando la creación de entornos sociales de credibilidad y confianza.
Es increible el poder que redes sociales como Tuenti o Facebook en generalistas o Linkedin, XING o Cinemavip en profesionales pueden hacer por una marca y, al mismo tiempo, la dificultad que entraña el lograrlo sin molestar al usuario, sin cargarle con información que no quiere y sin crearle entornos de amistades ficticias que solo les llevan a dejar de utilizar la red para evitar el acumulo de información irrelevante que le llega de todos los ámbitos de sus \”amistades\”.
Yo puedo ser amigo de, por ejemplo, Carlos Blanco, sin embargo, no tengo interés alguno en compartir una treintena de causas que él soporta y unas 300 que soportan sus amigos y que empiezan a llegarme, por ser su amigo, de forma continua como una lluvia que no cesa.
Por otra parte, si estoy interesado en hablar con colegas que quieren invertir en tecnología o debatir temas sobre modelos de negocio de Internet y, precisamente en discernir, la información que me llega está la validez de mi estancia en una red social.
Está todo por aprender en marketing a través de redes sociales y los que hoy se consideran expertos son simplemente \”brujos/as\” mezclando pociones y esperando que sean las correctas.
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