A veces hay que salir de compras y conseguir mejorar el posicionamiento competitivo de tu empresa en base a sumarles un pequeño o gran competidor para convertirte en líder de tu mercado. Las razones son muy diversas y no siempre fáciles de hacer que tu Consejo las entienda.
Se puede comprar para:
- reducir costes operativos
- ampliar las ventas
- eliminar a un competidor molesto
- consolidar un mercado cara a una posible compra por un rival extranjero más grande
- Salir a Bolsa…
Cada caso es un mundo y las condicionantes varían según el objetivo que se pretenda. Lo importante es no comprar un problema. La empresa que pretendemos comprar debe ser fácilmente integrable o debemos tener claro como, a pesar de las dificultades, vamos a llevarlo a cabo sin problemas.
En algunos casos incluso se compran empresas para cerrarlas y eliminar a un competidor molesto que nos está dañando la cuenta de resultados pero eso es algo que solo hacen, en general, las grandes empresas.
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