Desde que se hace comercio electrónico se ha intentado copiar muchos de los efectos del mundo físico a este tipo de ofertas. Inicialmente, se hicieron Centros Comerciales onlines que -no tenían mucha razón de ser en un entorno digital- y poco a poco fueron desapareciendo, luego se trató de hacer entornos virtuales de compra que emulaban a los físicos y eso tampoco ha funcionado bien.
La realidad es que, en la red, lo que hay que hacer es modificarlo todo a gusto del consumidor y hacer la compra sencilla y rápida. Cualquier lujo adicional que frena la toma de decisión inmediata hace que perdamos miles de compradores en el proceso.
Por eso, todos los nuevos inventos que surjen a diario alrededor del Comercio online hay que probarlos con cuidado y entender bien cual es el comportamiento del cliente ante ellos. Puedes estar contratando una prestación magnífica que nadie usa o, peor todavia, que usan tanto que se olvidan de comprar…
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