Cada día aparecen nuevos “daditos” -así llamo yo a los imitadores de DaD- surjen nuevas incubadoras como setas. ¿Me preocupa? Al contrario, además de halagarme, me parece que España nos/les necesita. Cuantos más inversores existan mayor número de emprendedores encontrarán el dinero necesario para lanzar sus proyectos y, en muchos casos, proyectos pequeños podrán ser fusionados para crear un gran empresa.
Que sean bienvenidos los imitadores. Algunos de ellos han surgido incluso de entre nuestros propios inversores. No, no es una traición, es más, en muchos casos entraron ya explicando que querían aprender porque pensaban hacer algo similar.
Sin embargo, si quiero seguir siendo el mejor -el más grande es menos importante- y para ello el trabajo con los emprendedores es la clave. No dejes nunca que un emprendedor salga de tu despacho sin haber aprendido algo sobre su proyecto, algo que no conocía antes de visitarte, algo que puede influir en su modelo de negocio.
DaD no puede invertir en todos los proyectos que considera interesantes pero si hemos ayudado al emprendedor a conseguir la financiación en otro lugar por haberle ayudado a mejorar su presentación o su modelo de negocio, también estamos satisfechos. Hay que regocijarse del éxito de los emprendedores, aunque no solo sean los tuyos, aquellos por los que has apostado e invertido desde el inicio.
España necesita muchos emprendedores, que haya muchas incubadoras es muy, pero que muy bueno, si nuestro éxito provoca imitaciones, bienvenidas sean.
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