España es un país “segurola“. Se prefiere un cheque a final de mes que emprender y tener que buscarse uno la paga mensualmente, más aún si encima hay que buscársela a docenas de empleados. Ser funcionario garantiza además dicho cheque hasta el final de tus días. Por eso no hay una gran conciencia social en favor de los emprendedores y, por otra parte, se tiene un concepto muy negativo de ellos. Todavía más cuando, con el tiempo, pasan de emprendedores a empresarios.
En España, si fracasas eres un desgraciado, y si triunfas, un chorizo. En mi planteamiento inicial, cuando fundé DaD hice una previsión, todos los emprendedores que iniciaban su andadura empresarial con nosotros, de manera sumatoria, ganarían más de 100 millones de Euros. En el cuarto año, ya llevan 22 millones así que creo que lo conseguiremos con cierta facilidad si se entiende que, de momento, solo hemos salido de dos empresas y estamos todavía en 25. Bien es verdad que, dos de ellos, están en EE.UU. y son americanos pero tenemos una visión global y aceptamos a los emprendedores de donde vengan.
En cualquier caso, para mi serán “rol models” que España debiera asumir como dignos de emular y generar una nueva legión de emprendedores que, creando mucho empleo de calidad, fueran capaces de hacerse ricos y disponer de una fortuna para invertir en proyectos del futuro.
Me gustaría que fueran la siguiente generación de inversores en DaD, jóvenes, con éxito empresarial y económico y capaces de entender el Siglo XXI y sus nuevos modelos de negocio.
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