Attitude

Siempre de salgo de una reunión frustrante es que me ha cargado el comportamiento de alguién de la misma por su actitud. No hay peor cosa que un ejecutivo sin una actitud despierta y luchadora. El ser apático y gris de la reunión que no ha dicho ni mu y no es capaz de decir si está o no de acuerdo con lo discutido es un lastre para cualquier empresa.

Eso no quiere decir que no sea una persona capaz, frecuentemente, es alguién que simplemente le acaban de sacar de su zona de confort y no encuentra su nuevo lugar. Todo le parece amenazador y prefiere escuchar y no dar pistas, entre otras cosas, porque no sabe muy bien que pensar de la misma reunión en la que tu has defendido una postura que el o ella no sabe como interpretar y prefiere la distancia del silencio con la frialdad del escéptico en todo.

Hay gente que parece incapaz de salir de su zona tradicional y asumir nuevos retos sin que le dé dolor de estómago y se le note en …la actitud.

Quizás porque ya me lo puedo permitir, prefiero decir claramente lo que pienso y si algo me parece razonable o va tan en contra de mis creencias de gestión que no estoy dispuesto ni a considerarlo (algo, por otra parte difícil en mí que estoy dispuesto a ofrecerle a todos el beneficio de la duda hasta que se demuestre lo contrario)


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