Mi anterior post sobre España ha tenido bastante repercusión. Unos me acusan de optimista y, sobretodo, de no tener respeto por la gente sin trabajo. Nada más allá de mis intención. Siento mucho lo que está pasando pero, como empresario de Internet sé que las cosas, en el entorno de la red, no pueden ir mejor en España y yo escribo para mi sector que, si va bien y crece.
Es la disquisición que tenemos sobre los modelos de negocio del Siglo XXI, la totalidad de Internet lo es, solo pueden crecer porque hay demasiado pocos. Seguimos representando menos del 3% del PIB de un país como España aunque la cifra exacta sea difícil de calcular.
Los modelos de siglos pasados, XVIII, XIX y XX, tienen que perder peso en la economía y eso creará una situación de ruptura inevitable pero, como con cualquier problema, cuanto antes se resuelva, mejor nos irá. Una de mis lectoras, residente en Alemania, lo describe muy bien, dice que cuando llega a España todo el mundo le llora y sin embargo, se va a buscar el pan en coche y los bares siguen llenos.
Estoy de acuerdo con que la crisis ha afectado mucho a sectores enteros de la Economía pero, como dice Cristina, nuestra lectora desde Alemania, también le llama la atención el que muchos españoles, oculten a Hacienda una buena parte de sus ingresos, la famosa economía sumergida, lo que demuestra una falta de sentido de estado en nuestra, todavía joven, democracia.
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