A todos nos gustaría vender una empresa en el punto álgido de su trayectoria. Conseguir maximizar el retorno es el sueño de todos los emprendedores con sus start-ups y, por supuesto, de sus inversores. Sin embargo, es muy poco probable conseguirlo. Cuando una empresa está “en el juego” es porque ha tenido un éxito que se refleja en el mercado y atrae tiburones más grandes.
¿Que se debe hacer? Desde luego no hay que tener prisa por vender pero, por otro lado, tampoco hay que esperar a que “valgamos más” mucho tiempo. El valor de una empresa en marcha tiene mucho que ver con las expectativas de quienes la estudian y valoran. En tiempos de auge económico las empresas valen más, no porque sean mejores sino simplemente, porque hay más alegría y se esperan mejores crecimientos y rentabilidades que en épocas de crisis.
Es mejor vender algo antes de tiempo que dejar pasar el tren. Conozco muchos casos de empresas de Internet, a nivel mundial y en España, que, cuando han tenido una buena oferta de compra, la han considerado insuficiente y han seguido su camino solas. Muchas, la mayoría, han terminado valiendo mucho menos. Fijaros en el caso muy reciente de la no venta de Yahoo a Microsoft….
El emprendedor, cuando ha creado valor y se lo reconocen, tiene que pensar muy bien lo que hace pero, en cualquier caso, buscar el último Euro le puede costar muy caro.
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