Una Agenda demencial

Hablo de la mía, claro. Si la veis en cualquier día de la semana, apenas tengo tiempo para cambiar una cita que se retrasa por cualquier causa. Uno de mis principales objetivos en el 2011 es empezar a delegar más de las tareas que vengo haciendo y dejar que sean otros ejecutivos de DaD quienes las hagan.

A medida que la gente crece, adquiere nuevas capacidades y tiene que aprender a tomar decisiones. La reflexión es que si, seguimos tomando nosotros la mayoría de ellas, nuestros colaboradores se frustran y, además, sufrimos una sobrecarga innecesaria bajo una Agenda catastrófica.

Así que si, a partir de ahora, empezáis a ver a mayor número de los ejecutivos de DaD en sustitución mía, tomarlo como una muestra de que estoy, como dicen los ingleses: “walking the talk”.


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