ReDigi: la música digital llega a las tiendas de segunda mano

ReDigi es una startup que pretende organizar un mercadillo de segunda mano para la música digital, donde los usuarios pueden revender la música que compraron legalmente en otras tiendas. Según la empresa, el usuario medio sólo escucha el 20% de las canciones almacenadas en su librería digital.

El mayor obstáculo para esta plataforma, como señalan en ReadWriteWeb, es que la industria discográfica no destaca por colaborar o tolerar nuevos modelos de negocio en torno a su contenido, y con frecuencia prefiere aplastarlos a demandas a comprarlos o incorporarlos en su empresa.

"Creemos que tu música comprada de forma legal viene con derechos legales. Es tu música y tienes derecho a venderla", afirma la página de ReDigi, pero no está del todo claro que tiendas o discográficas estén de acuerdo con eso.

Amazon, por ejemplo, no vende los libros de Kindle, sino el acceso a ellos, y muchas plataformas venden su música con sistemas de gestión de derechos o DRM que dificultan o impiden el proceso de prestarla, no digamos venderla. Y HarperCollins anunció esta semana que limitará a 26 los préstamos en bibliotecas de sus ediciones digitales, aunque las versiones en papel puedan seguir prestándose hasta caerse a trozos. El software, sin embargo, puede venderse en la UE de segunda mano.

ReDigi afirma que la música es mucho más barata en su plataforma porque se compra directamente a los particulares que se deshacen de los discos que no quieren. En cada transacción, la plataforma dona una parte al artista y su discográfica, que normalmente no se benefician de las ventas de segunda mano, aunque por ejemplo las productoras de videojuegos empiezan a interesarse por este sector. Suponemos que otro porcentaje se lo lleva este mercadillo musical, pero no está claro cuánto. Tampoco aclara la página si los usuarios reciben dinero en efectivo o sólo créditos para comprar otras canciones.

En cuanto al funcionamiento del sistema, los usuarios tienen que descargar un software en su ordenador, desde el que suben las canciones que ya no quieren para venderlas. Después pueden aprovechar los créditos para comprar otra música de segunda mano. La plataforma está en fase beta, ofreciendo invitaciones para quien quiera probar el servicio. Ahora nos falta ver cómo reaccionan discográficas y gestoras de derechos a este nuevo modelo de negocio.


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