Un amigo mío, de mucha experiencia y reconocido éxito, me decía que siempre había que estar en la cola de los innovadores. Es decir, estar en el momento justo en el que los innovadores ya han sembrado en el mercado la semilla del cambio -muchos de ellos a costa de su negocio por ir demasiado adelantados a su tiempo- y entrar cuando mercado da el paso adelante para adaptar la innovación en cuestión.
Suena oportunista y falto de ambición pero, desgraciadamente, suele suceder así. Inventar es muy duro, sobre todo cuando se cambia un paradigma dado por sentado, y con frecuencia, son los que llegan a tiempo, unos meses/años más tarde, los que recogen los frutos que han sembrado los verdaderos innovadores. He visto muchos grandes negocios que no lo han sido para sus creadores.
Creo que hay que mantener un equilibrio sano, disfrutar de productos que proporcionen ingresos hoy pero no dejar de innovar aún sabiendo que, en muchos caso, estamos solo sembrando a largo plazo.
¿Que os parece a vosotros?
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