La tableta Ziio de 7 pulgadas no es el dispositivo más sofisticado del mercado, ni el más impresionante, pero tampoco es el peor. Es bonita, económica y cumple su función con bastante dignidad.
Empezaremos por lo malo, porque hay dos cosas importantes a tener en cuenta si estamos pensando en hacernos con una.
El mayor defecto de la máquina tiene que ver con la pantalla TFT: primero, porque a veces no responde, especialmente los botones integrados en la parte inferior. Y segundo, porque al escribir o dibujar con un puntero, no siempre acierta con dónde estamos tocando, y por ejemplo, es difícil cerrar un círculo. Sin olvidar que no es multitouch, pero tampoco nos la cobran como si lo fuera.
Su segundo gran defecto es un procesador (ZiiLabs ZMS-08) que a veces no rinde, y muestra los vídeos en alta definición con pixelados en el fondo. Esto no es tan problemático si estamos viendo el vídeo en el dispositivo (¿de verdad compensa la alta definición para siete pulgadas?), pero puede ser más fastidioso si queremos aprovechar la salida HDMI en una pantalla más grande.
Su tamaño la hace muy cómoda de llevar de un lado a otro (ya sea en casa o fuera), y la pantalla de siete pulgadas es lo bastante grande como para poder ver vídeos, escribir o leer con facilidad, aunque después de un rato puede resultar un tanto pesada por sus 415 gramos. En cuanto a puertos y salidas, encontramos el miniUSB, el miniJack para los cascos y la ranura para la tarjeta MicroSD, además de la salida HDMI.
El Ziio 7 funciona con la versión 2.1 de Android, que se ha quedado algo desfasada, pero se espera que este año empiecen a distribuirse con 2.2. Otro inconveniente es que no tiene acceso al Android Market. A cambio, Creative nos ofrece su ZiiStore, que no es lo mismo ni de lejos, pero sí incluye las aplicaciones más populares en materia de redes sociales, juegos y herramientas varias.
Algo que nos ha llamado la atención es la más que notable duración de la batería, igual que el sonido de los altavoces, atribuible al sistema Pure Android Audio que lleva incorporado. Tampoco es desdeñable la opción de conectar la máquina a unos altavoces inalámbricos.
Le ponemos un 10 a la conectividad, WiFi y especialmente Bluetooth, que nos permitió por ejemplo conectarla rápidamente a los cascos de WP-300 Creative –sonido profundo, detallado tanto para jazz como para rock y con un buen aislamiento del ruido exterior. También es más que aceptable la experiencia de navegación, tanto por la velocidad de carga como por la respuesta del acelerómetro.
El tablet incluye una cámara frontal más pensada para videoconferencias que para hacer una foto del jardín. Y es que cámaras no nos faltan en todo tipo de gadgets alrededor…
La máquina cuesta 249,99 euros si la queremos con 8 GB de memoria (la que probamos nosotros) o 269,99 si la queremos de 16 GB. El precio es más que adecuado para unas prestaciones medias, perfectas si queremos una tableta, no la tableta definitiva, y no queremos gastarnos un dineral para tener el dispositivo de moda.
Noticias relacionadas
-
¿España?: El país de nadie es profeta en su tierra.
-
¿Será 2019 un buen año para vender tu empresa?
-
Por qué la experiencia del cliente se ha convertido en una prioridad para los CIOs