El comecocos es, como el Tetris, uno de esos juegos casual clásicos que nunca se quedan viejos. El doodle que creó Google hace unos meses para celebrar el 30 aniversario de Pac-Man atrapó a miles de internautas desprevenidos, que pasaron unos cuatro millones de horas jugando en horas de oficina,
Si eso fue sólo en un día, el potencial del nuevo comecocos infinito de Namco-Bandai es considerable. Como forma de promoción, la empresa ha creado una versión del juego para navegador, gratis y en el que cualquiera puede crear sus propios laberintos.
Jugar no requiere registro, y crear escenarios sólo implica registrarse desde Facebook. En la semana que lleva en la Red, los usuarios han creado más de 12.000 escenarios y se han comido 261 millones de puntos.
"El Pacman más grande del mundo" lo ha diseñado Soap Creative, se presentó en una conferencia de desarrolladores de Microsoft para promocionar su nuevo navegador, Internet Explorer 9. Eso sí, el juego está disponible para otros navegadores que soportan HTML5.
Las empresas clásicas de videojuegos e informática se han convertido en marcas con cierto atractivo retro, como demuestran esas camisetas de Atari o el interés desmedido que causa cada rumor sobre el regreso de la Commodore 64. Y el sector ha alcanzado una edad más que suficiente para que nos pongamos nostálgicos con el aniversario de Zelda o nos compremos consolas de homenaje al cumpleaños de Mario, por no hablar de la resurrección del príncipe de Persia.
En otras palabras, nadie va a trabajar en lo (poco) que queda de semana.
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