Sea como consecuencia de la campaña electoral o por la buena utilización que PJ Ramírez, Director de El Mundo, está haciendo de este medio de comunicación de 140 caracteres, el caso es que ya no hay nadie que se salve de tener una cuenta en Twitter a menos que quiera ser considerado un ciudadano de segunda.
Lo que más me ha llamado la atención es que Twitter, por fin, ha traspasado la frontera de la edad. Una de mis mayores objeciones al éxito de Twitter era que los jóvenes no lo usaban. Ya si, de repente, mi hija de 22 años – la de 27 parece todavía resistirse- y todas sus amigas han empezado a “twittear” y he podido comprobar que es un fenómeno en crecimiento.
¿Justifica eso, ya de por si, el valor que se le está dando a Twitter? Desde luego, para mi, es una clara muestra de que su potencial para la publicidad y la personalización de la misma está subiendo a marchas forzadas.
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