Después de arrasar en todas las pantallas electrónicas posibles (de Android a iPhone, pasando por Windows, los navegadores, las consolas y este verano en Facebook), sólo queda una pantalla por conquistar para los exitosos Angry Birds: la del cine.
Y parece que, después de que se haya rumoreado bastante, finalmente habrá película. Rovio, la compañía finlandesa propietaria del juego, ha comprado los estudios Kombo de animación en Helsinki, dejando bien claras sus intenciones.
Todavía no hay confirmación oficial de que se está trabajando en una película, pero como explica en The Telegraph Peter Vesterbacka, director de marketing de Rovio, “Aún no hemos hecho un anuncio, pero sólo hay que sumar uno y uno si nos fijamos en que hemos comprado un estudio de animación y estamos evaluando nuestras capacidades en esa área”.
O dicho de otro modo, Rovio parece dispuesta a encargarse personalmente de la producción de la película, en lugar de vender los derechos. Lo cual es absolutamente lógico si la película resulta igual de rentable que el juego, que ya supera los 200 millones de descargas (de pago).
Tan alta es esa rentabilidad que Rovio ya tiene en mente pasar de ser una empresa que crea videojuegos a otra de entretenimiento, al estilo de Disney. Y para ello ayudaría mucho una salida a Bolsa. Por ahora, además de los juegos Rovio ha vendido tres millones de juguetes y un millón de camisetas con sus criaturas.
La película podría llegar en tres años. Rovio está contratando personal, con la intención de aumentar su actual plantilla de 120 trabajadores hasta un número entre 200 y 300.
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