Quizás lo que me más me gusta de lo que hago es trabajar con emprendedores. Gente joven en general, con ideas y una mirada ilusionada en sus ojos que les lleva a trabajar más de lo normal, pensar más de lo habitual y probar muchas nuevas opciones para sus negocios.
Aprendemos los unos de los otros. La experiencia puede ayudar pero, en algunos casos, es un problema para ver las cosas desde un ángulo completamente nuevo. Hay que saber escuchar y probar otros puntos de vista que, en muchos casos, son contrarios a tu propia experiencia… a veces funcionan.
Pero lo más importante es el flujo positivo de energía se desarrolla en estas reuniones, por ello me resulta cada día más difícil el entorno de trabajo tradicional en el que, en general, la gente está más preocupada con “cover my ass” que en realmente producir algo práctico para sus clientes y que la empresa prospere.
¿Que opináis vosotros?
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