Google Labs, la marca de la que proceden muchas de las innovaciones de Google, va a ir pasando a segundo plano, que es una forma elegante de decir que va a cerrar.
"En muchos casos, esto significará poner fin a experimentos de Labs, en otros incorporaremos productos y tecnologías de Labs en diferentes áreas de productos", explica en el blog de la empresa Bill Coughran, vicepresidente de infraestructura de sistemas e investigación.
La plataforma Google Labs permitía a los usuarios probar herramientas en construcción, de forma que sus creadores podían irlas mejorando al tiempo que la gente los usaba. Lejos de renunciar a los experimentos, la empresa los integrará en otros departamentos, y mantiene la norma sobre destinar el 20 por ciento del tiempo de los empleados a proyectos paralelos o innovaciones personales.
Gmail Labs, Google Maps Labs y Search Experiments seguirán funcionando como hasta ahora, dentro de sus departamentos.
Lo que intenta Google -ahora bajo la dirección del cofundador Larry Page- es agilizar una empresa que se ha convertido en un gigante difícil de gestionar, que lo mismo hace buscadores que correo electrónico, sistemas operativos y coches que se conducen solos. Los primeros pasos de su reestructuración parecen dar buenos resultados, con unos resultados positivos y el gran éxito del lanzamiento de Google+, que se aproxima a los 18 millones de usuarios.
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