Movilidad: una oportunidad para tu negocio

Por David Domenech, Mobility Business Developer en Evermind

Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que nuestros clientes llevarían las 24 horas del día un dispositivo encima capaz de hacerles llegar información de nuestros productos, potenciando nuestra imagen corporativa, facilitando el acceso a servicios exclusivos y obteniendo además una valiosa información sobre sus preferencias, hábitos de consumo y con el añadido del geoposicionamiento… ¿quién no hubiese apostado inmediatamente por la idea?

Algunas empresas, muy pocas todavía en comparación con las estimaciones de los analistas para los próximos años, han aprovechado ya las ventajas de dicho dispositivo. Y es que la irrupción de la movilidad y el ritmo con el que lo ha hecho ha provocado que en muchos casos la tecnología vaya por delante de la capacidad de muchas empresas para asimilar e implementar nuevos servicios de forma integrada y coherente con la estrategia IT de la organización.

En muy pocos años, hemos pasado de los teléfonos “portables” a los primeros dispositivos realmente móviles, y estos a su vez han sufrido una transformación radical, reduciendo todavía más su peso, ampliando su pantalla, alargando la duración de la batería, se han convertido en reproductores mp3, radio, cámaras, GPS, multitud de aplicaciones …Y la evolución sigue a un ritmo en el que todo indica que el tren va a seguir corriendo a velocidades cada vez mayores.

Las cifras

Algunas cifras hablan por sí mismas; se estima que a principios de 2014 el número de usuarios móviles conectados a la red igualará al de internautas en todo el mundo. Hablamos de 1.600 millones de usuarios en uno y otro lado, momento a partir del cual los primeros –móviles- superarán a los segundos –fijos-, abriendo cada vez más distancia.

Otro dato muy significativo: el volumen de negocio por aplicaciones móviles, cifrado en 2.200 millones de dólares en 2010, se estima que pase a 37.500 millones en 2015. O el del número de usuarios con acceso a Internet sólo a través de móvil, que crecerá de los 14 millones de 2010 a los 788 millones en 2015.

La oportunidad

Para las empresas que tienen a su público objetivo entre esos millones de usuarios no debería haber demasiadas dudas sobre si la decisión de subirse al tren de la movilidad es acertada o no. La cuestión aquí es cómo proceder y cuándo, qué elementos debemos considerar en el momento de tomar la decisión, y cómo llevarlo a cabo de manera ordenada.

Para este primer grupo de empresas los elementos más importantes a tener en consideración son las cuestiones relacionadas con el retorno de la inversión, la integración de los datos móviles con los Sistemas de Información existentes y por último cómo gestionar/priorizar entre la diversidad de dispositivos y plataformas para aprovechar al máximo las potencialidades de nuestro público objetivo.

Existe otro tipo de empresas, que ven en sus propios empleados y no en su público objetivo la manera más racional de aprovechar las ventajas que le pueden ofrecer las aplicaciones corporativas móviles. En este escenario, el departamento de IT debe considerar -además de los ya citados anteriormente- otro tipo de factores, como por ejemplo, aquellos relativos a la seguridad de los datos, el uso de las comunicaciones, la formación de los usuarios, el control del uso individual del dispositivo móvil y sus recursos.

Movilidad corporativa

Es precisamente en este segundo grupo de empresas donde el nivel de exigencia sobre el retorno de la inversión se hace más evidente, y donde a nuestro modo de ver queda todavía mucho camino por recorrer; mientras que en el primer caso el patrocinador del proyecto acostumbra a ser el departamento de marketing y comunicación o ventas, en el segundo se trata de las propias unidades de negocio, que ven en la movilidad la solución a alguno de los problemas que le plantea su día a día.

También, en el primer caso hay menos dudas sobre la idoneidad de la inversión que en el segundo escenario, donde los decisores finales quieren conocer y cuantificar los beneficios que aportará la solución, así como el TCO final.

Algunos ejemplos recientes de todo esto:

– Proyectos para posibilitar que un proceso esté permanentemente vivo posibilitando que los aprobadores en un workflow puedan realizar su labor desde cualquier lugar, sin importar su ubicación.
– Facilitar los datos precisos a nuestra fuerza de ventas, para apoyarla en su labor con información en tiempo real, tanto al comercial como al propio cliente
– La introducción de datos por parte del propio cliente y la validación de los datos mediante reglas de negocio que antes solo conocían cierto número de personas clave.
– La optimización de rutas de distribución y la notificación de posibles retrasos en la entrega de la mercancía en casos donde el factor tiempo es un valor añadido crítico ligado al propio servicio.

En todos estos casos los beneficios y la manera de medirlos son claros, y es sólo cuestión de tiempo que los dispositivos móviles ya existentes en todas las organizaciones se conviertan en verdaderos instrumentos de trabajo y un canal más de acceso a nuestro sistema de información. Que lo hagan de forma generalizada y entendiéndose como una verdadera ayuda en tiempos donde la mejora de la productividad de nuestras empresas es más que nunca una necesidad.


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