Aunque el sueño de tener un coche como KITT cada vez esté un poco más cerca, nuestros vehículos aún tienen mucho por aprender antes de demostrar esa inteligencia. Y aunque reconocen nuestras llaves desde lejos, pueden confundirse con las señales de otros menos honrados.
Las empresas de seguridad están siempre dispuestas a demostrarnos lo vulnerables que somos, y en esta ocasión ha sido un equipo de investigadores de iSec Partners el que ha comprobado que un pirata informático puede conseguir abrir un coche y encender el motor sin necesidad de tocarlo. Pero no es precisamente magia.
La herramienta para conseguirlo no es nada más que unos humildes mensajes de texto, que en las manos adecuadas pueden aprovechar las conexiones móviles que utiliza un coche, una vez obtienen los números de esos dispositivos. Pero ésta es precisamente la parte complicada: un ladrón potencial tendría que pasar un tiempo rastreando las comunicaciones cerca del coche en cuestión para poder dar con el número.
Por supuesto, esta técnica no funciona más que con algunos modelos -en el ejemplo se utilizó un Subaru Outback-. Pero al margen de los coches, los expertemos temen que pueda utilizarse también para obtener información de un dispositivo GPS, o para trastear con dispositivos médicos e incluso cajeros automáticos.
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