Los usuarios del servicio de almacenamiento de música MP3tunes, y no la empresa, son los responsables de que esa música estuviera disponible. Esa es una de las conclusiones judiciales sobre uno de los últimos casos entre la industria tecnológica y las discográficas, abriendo un precedente para los nuevos servicios en la nube.
Técnicamente, el juez ha dado la razón a EMI al declarar a MP3tunes y su fundador culpables de infracción de copyright. Pero sólo en lo referente a los archivos que ya habían sido denunciados, confirmando que la obligación de los servicios online no es revisar todo su contenido, sino retirar los archivos ilegales cuando son identificados, como hace YouTube, por ejemplo. Es cosa de los usuarios decidir qué suben y qué no a la Red.
Plataformas como el Cloud Player de Amazon o el iCloud de Apple permiten a los usuarios subir su música -comprada o no- a la nube, y escucharla cuando quieran desde distintos dispositivos. La primera reacción de las discográficas fue más bien hostil, con amenaza de demanda incluida, a pesar de que el servicio de Amazon, por ejemplo, disparó las ventas de música en MP3. También Google trabaja en algo similar.
La decisión judicial sobre el caso MP3tunes sienta un precedente que libera a las firmas de tecnología de firmar acuerdos con las discográficas para este tipo de servicios, eludiendo así el principal impedimento de cualquier proyecto reciente que combinase música e Internet.
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