Una plataforma que se convierte en estándar es un gran negocio. El problema es que muy pocos pueden conseguirlo si no perteneces a grandes empresas. Plataformas tecnológicas que compitan con ORACLE, Microsoft, HP o IBM tienen muchos problemas por el camino y los inversores ven antes eso que el potencial detrás de un éxito rotundo de una nueva tecnología.
El mundo se hace móvil y se crean plataformas a diario, saber por cual apostar es un gran riesgo y por ello pocos inversores especializados apuestan por ellas. A pesar de ello, habrá grandes éxitos mundiales en este entorno gracias a la diversidad de los nuevos modelos de negocio que deben correr sobre nuevos tipos de plataforma. Seamos sinceros, la mayoría de las que hoy existen están orientadas a solucionar los problemas del Siglo XX, la era industrial y no tienen mucho que aportar en este Siglo XXI, la era de atención.
Las plataformas deben estar orientadas a ganarse al usuario en base a captar su atención de manera discriminada y sutil pero pocas sabrán convertirse en estándar. Lo que está claro es que, las buenas, serán de nuevo compradas por las grandes empresas citadas y sus competidores más directos que, aunque pierdan la capacidad de inventar, siguen teniendo la chequera de comprar y montones de caja para hacerlo.
En un mundo en red, hay que facilitar la creación de redes a tu alrededor y las plataformas actuales no estaban pensadas para ello, así que hay oportunidades pero no son fáciles de detectar ni de financiar.
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