Lo he leído en el libro de \”crowdsourcing\” de Jeff Howe y merece la pena hablar de ello. Según nos cuenta el autor, a mitad de los años 80, una consola de FocusRite Forte -para post-producción cinematográfica- costaba 1,5 millones de dólares. Todo lo que hacía, lo hace hoy el software de Pro Tools a un coste de 595 $. Eso hace que, lo que entonces solo podía hacer una empresa, hoy lo pueda hacer cualquier amateur fascinado desde el Mac o PC de su casa.
Creo que fue Thomas Watson, Jr, entonces Presidente de IBM, quién dijo que \”el mundo solo podría tener una docena de ordenadores\”. Claro, en una época en donde los ordenadores costaban 300 millones de dólares, no parecía haber mucho mercado potencial. Todos sabemos que ha pasado en realidad.
No cometamos nunca más el error de creer que, porque algo es muy caro o requiere mucha habilidad para su uso, no va ser, en un futuro cercano, algo que pueda manejar cualquiera. El tiempo está probando que todo se termina consiguiendo, más rápido, más barato, de menor tamaño y más fácil de manejar.
Las empresas de siglos anteriores, acostumbradas a entornos de recursos limitados, no están preparadas para usar los recursos inacabables que proporcionan gente fascinada por un hobby, que no buscan ganar dinero si no, en muchos casos disfrute personal, ya que su fuente principal de ingresos es un puesto de trabajo que les aburre soberanamente y que solo lo consideran un mal necesario.
De los hobbies de millones de aficionados se está revolucionado desde la botánica hasta la música pasando por la astronomía. Lo que ya es una realidad en esos entornos lo será pronto en muchos más.
Vigilad la inteligencia de la colmena.
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