G-learning: simuladores y videojuegos llegan a la formación

Por Ibrahim Jabary, experto en Serious Games y CEO de Gamelearn

Desde los años 80, los simuladores y videojuegos se han utilizado para la formación técnica. Ejércitos, servicios de emergencia, operadores de maquinaria, pilotos o cirujanos llevan años utilizándolos para su formación. Sus ventajas son innegables: permiten replicar situaciones reales para que los usuarios ensayen, experimenten y practiquen de forma casi ilimitada, sin riesgo, sin coste y con feedback inmediato.

Poder analizar las consecuencias de tus decisiones de forma instantánea y sin asumir ningún tipo de riesgo  tiene un enorme poder desde el punto de vista pedagógico, al que instituciones y organizaciones de todo tipo no están dando la espalda.

Todas estas son las razones por las que en la última década los simuladores y los videojuegos han comenzado a consolidarse como herramienta formativa, especialmente en los países anglosajones y en el norte de Europa.

Muchos responsables de RRHH y formación no confían en el e-learning para la formación de habilidades. La razón: leer texto, ver vídeos y responder tests sólo puede ayudar a transmitir algunos conceptos, pero no garantiza en absoluto, el desarrollo de una habilidad. Para ello, es necesario que el alumno pueda practicar, experimentar, recibir feedback, observar las implicaciones de sus decisiones y hacerlo durante un período de tiempo suficientemente extenso como para que los posibles cambios de comportamiento acaben conformando un cambio de hábitos.

Pero, ¿y si la formación e-learning ofreciera ejercicios prácticos, role plays, casos, simuladores, dinámicas…? ¿Y si pudiera hacerlo incorporando, además, todas las ventajas de la formación online, como el hecho de ser mucho más barata, flexible, escalable, estandarizable, accesible, cómoda y eficiente?

Simuladores + juegos formativos = g-learning

Cuando se combinan los beneficios de los simuladores y de los serious games educativos, hablamos de “game-learning” o “g-learning”. El g-learning integra un programa completo de formación dentro de un videojuego, en el que, además, existe un simulador que permite poner en práctica los conceptos desarrollados en este programa formativo. De esta manera, el alumno no sólo interioriza los contenidos, sino que puede practicarlos y recibir feedback sobre su ejecución.

El g-learning permite aunar, en una sola herramienta, las ventajas del e-learning, los simuladores y los videojuegos; y lo convierte en un instrumento ideal para la formación en habilidades.

Pero la condición para que el programa sea eficaz en la formación de habilidades es que cuente con un simulador lo suficientemente sofisticado como para imitar situaciones de interacción personal. Esto último es extremadamente complejo y provoca que sean muy pocas las empresas que cuenten con ese tipo de tecnología, al tiempo que incrementa de forma importante la inversión y los períodos de desarrollo.

Aunque el g-learning en habilidades todavía se encuentra en un estado incipiente, ya podemos encontrar experiencias muy positivas en nuestro país. Más de un centenar de empresas como Iberia, BBVA, MSD, Kellogg's o Volvo, desarrollan las habilidades de Negociación o Productividad Personal de sus empleados utilizando “Navieros” y “Triskelion”, dos programas de g-learning desarrollados por Gamelearn.

Las indudables ventajas del formato, los positivos resultados obtenidos hasta la fecha, los ajustes presupuestarios, la necesidad de mayor eficiencia, la globalización de las empresas y sus plantillas, la masiva adopción de los videojuegos en todos los ámbitos y la necesidad de cautivar a empleados que han descubierto lo interactivo y que ya no aceptan ser sujetos pasivos en su formación harán que el game-learning se convierta, poco a poco, en algo habitual en los planes de formación de las empresas de todo el mundo.


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