¿Cuando empieza una start-up?

Muchos hablan del famoso croquis en una servilleta de bar pero, para mi, el momento crucial es una hoja de cálculo sencilla que tiene, por un lado los productos y servicios que se piensan vender y por otro lado los costes empresariales para construirlos y la indicación del tiempo que se necesita.

Luego viene la parte del plan de marketing para conseguir las ventas que se tienen fijadas en dicha hoja de cálculo y el reajuste de la misma para poder invertir lo necesario. Si esta primera hoja no nos sale creíble, debemos darle vueltas hasta que lo sea. Es la clave de poder conseguir dinero de inversores y, sobre todo, necesaria para que los compañeros de viaje que pretendo traer al negocio vean que estamos ante un escenario razonable.

Ya se que muchos proyectos de éxito salen sin hoja de ruta y luego, por alguna razón, triunfan, son los menos. Proyectos geniales hay muy pocos pero proyectos razonables bastantes más. En cualquier caso, la hoja de cálculo descrita, el trabajo de una hora para hacerla y 5 o 6 para probarla con variables, es una de las claves para estar convencido de un negocio.

Si los negocios no salen o necesitamos niveles de éxito ridículos para conseguir ganar dinero, lo más probable es que no tengamos una idea realizable. El ejercicio merece la pena…


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