Reconozco que la culpa es mía. Siempre creo que todo el mundo es bueno y que las empresas, a falta de lo contrario, son siempre honestas con sus clientes. El que una empresa sea un capaz de cobrar un 21+ % de intereses sin que el cliente lo entienda bien me parece poco admisible. Más inaceptable me parece que sean incapaces de contestar, firmando, una respuesta a un cliente molesto.
La historia es la siguiente. Las cuentas del banco y de las tarjetas las abre mi mujer, así que las veo muy pocas veces. Hace unos días, por casualidad, abrí la correspondencia de Obsidiana, la de mi mujer y la mía y, sin poder creérmelo, vi que mientras la suya tenía un 7,8% de intereses, la mía gozaba del privilegio de un – yo creo- usurero 21% +.
Como era lógico, les escribí una carta personal a la persona que me había enviado recientemente una carta de promoción firmada. Como es también lógico, la firme y le dije que no me parecía aceptable el trato y que, siendo un cliente de años, hubiera esperado el mejor trato posible, no el mayor interés posible de una empresa que ha estado llamándome para que tomará un crédito suyo durante varios meses. Menos mal que no lo hice…
Casi tres semanas después me llega una carta, sin firma diciéndome que “no es posible realizar el cambio de producto”. Un respuesta automática de ordenador que demuestra el poco interés que tienen por sus clientes.
Me parece muy fuerte. Si tenéis una tarjeta de Obsidiana, leeros bien las condiciones…
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