Por una vez, las autoridades no se han resistido al encanto de Google, y tanto la Unión Europea como Estados Unidos han señalado que la compra de Motorola Mobility no supone una amenaza para la competencia.
Así, la gigante que diseñó el sistema operativo móvil Android tendrá su propio fabricante de móviles, algo que ha sembrado una cierta inquietud entre los socios de Google. Casualmente, en estos meses se ha dado un gran impulso al proyecto Tizen, el "Linux para móviles".
Por ahora, Google ha prometido no utilizar sus lazos con Motorola en perjuicio de otros fabricantes y ha demostrado su buena voluntad entregando patentes a HTC para que ésta se defienda de los embates de las demandas de patentes de Apple.
Precisamente esta cuestión de las patentes resulta crucial en la compra de Motorola (o al menos, de su división móvil, separada de la unidad de equipamientos e infraestructuras). Y más de uno predice que en cuanto Google tome posesión de las patentes de esta firma veterana en telefonía móvil, van a llover demandas de propiedad intelectual, con Apple en el objetivo. Sí, más aún.
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