Apple ha anunciado que cambiará las normas de su plataforma iOS, limitando el acceso de las aplicaciones a datos personales de los usuarios. En concreto, los desarrolladores tendrán que pedir permiso expreso antes de acceder a la lista de contactos de los dispositivos en los que se descarguen sus aplicaciones.
El asunto comenzó a raíz del desliz de Path, la red social privada para móviles. Cuando se supo que la aplicación recogía sin pedirlo datos de la agenda de contactos de los usuarios, la compañía se disculpó y los borró, no sin señalar que muchas otras aplicaciones tenían acceso a los datos… desviando la mirada hacia Apple.
Como señala el influyente bloguero e inversor Michael Arringotn, las autoridades de EEUU están un poco escamadas con la industria tecnológica desde la gran protesta de la SOPA y la PIPA, y no van a desaprovechar la oportunidad de vengarse.
Se trata eso, sí, de una victoria simbólica para el Congreso y los defensores de la privacidad. Esa lista de permisos que nos piden antes de empezar a usar una aplicación es probablemente uno de los textos más ignorados por los usuarios de todo el mundo. Pero al menos piden permiso, y somos nosotros los que decidimos hacer caso omiso de las advertencias.
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