Hay dos formas de ver la rotura de las barreras geográficas. La primera es haciendo lo que hacen las PYMES americanas. Ofrezco el mismo servicio, en inglés, a todo el mundo y, como hay mucha gente que lo puede leer en ese idioma, me limito, a nivel mundial a clientes que nos les importe.
El planteamiento, más europeo, es que tengo que dar el servicio en el idioma del país en cada uno de ellos. Los dos tienen ventajas e inconvenientes. El formato americano es mucho más rápido pero solo sirve para servicios y productos que tienen la misma entrega a nivel mundial. En productos que requieren adaptaciones locales no funciona.
El formato Europeo requiere una mejor planificación local, más costes por los empleados necesarios para cada país y una visión logística mucho más compleja.
En cualquier caso, las dificultades no deben llevarnos a “quedarnos en casa” sino que, de una manera o de la otra, debemos poder vender más de un 50% fuera de España
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